Al diseñarse, las tuberías, depósitos a presión, calderas de vapor, etc., se entienden como recipientes de pared delgada. Las tensiones principales son las magnitudes decisivas para el cálculo y el diseño de estos depósitos. Las tensiones que se presentan en un depósito no se miden directamente, sino que se determinan a través de la medición de las deformaciones que se producen en la superficie (técnica de medición con galgas extensométricas).
Con el equipo de ensayo FL 130, se estudian las tensiones que se presentan en un depósito de paredes delgadas sometido a una presión interna. El depósito lleno de aceite está cerrado herméticamente por un lado con una tapa fija, mientras que por el otro lado lo cierra un émbolo móvil. El émbolo se desplaza por medio de un volante y un husillo roscado.
Se representan dos estados de carga: estado biaxial de tensiones de un depósito cerrado, por ejemplo, una caldera, y estado simple de tensiones de un depósito abierto, por ejemplo, un tubo.
Con una bomba hidráulica se crea presión interna en el depósito. Un manómetro indica la presión interna. En la superficie del depósito, se disponen galgas extensométricas que registran las deformaciones producidas. El amplificador de medida FL 152 muestra las señales como valores de medición. Como ayuda y para una representación ilustrativa del análisis del ensayo, los valores de medición pueden ser adquiridos por el software de aplicación.
Con ayuda de los círculos de Mohr de tensiones y deformaciones se representa gráficamente la conversión de las deformaciones y se determinan las elongaciones principales. Las tensiones principales se calculan a partir de las elongaciones principales a través de la ley de elasticidad.