En el tratamiento de aguas, los intercambiadores iónicos se usan predominantemente para la desalinización y el desendurecimiento (o descalcificación). Con CE 300 se pueden demostrar de manera ilustrativa estos procesos con ayuda de intercambiadores catiónicos y aniónicos.
Una bomba transporta el agua bruta desde el depósito y la introduce en el intercambiador catiónico. En el caso del desendurecimiento, el agua vuelve desde aquí al depósito colector. Para desalinizar el agua bruta, ésta se hace pasar a continuación por el intercambiador aniónico. El agua depurada fluye desde allí al depósito colector. Para la regeneración se introduce, con la misma bomba, ácido o álcali en el intercambiador. El ácido o el álcali utilizado se recoge en el depósito colector.
El caudal de la bomba se puede regular y se puede leer en un caudalímetro antes de la entrada al primer intercambiador iónico. Para poder evaluar el proceso en continuo, se ha instalado un sensor de conductividad antes de la entrada al depósito colector. Los valores medidos se pueden leer mediante un medidor de conductividad. Se pueden tomar muestras en todos los puntos relevantes. Como agua bruta se puede usar agua del grifo.