El CE 587 demuestra la depuración de un agua bruta cargada de sustancias sólidas con el proceso de flotación por aire disuelto.
Primero se prepara una suspensión (agua bruta) en un depósito. El agua bruta fluye desde aquí a un depósito de floculación, dividido en tres compartimentos. Mediante la adición de un coagulante en el primer compartimento, se reducen las fuerzas de repulsión entre las partículas sólidas. Las partículas sólidas se unen en flóculos. Para producir flóculos de mayor tamaño se mezcla un floculante en el segundo compartimento. El coagulante reduce el pH. Al añadir sosa cáustica se puede volver a aumentar el pH del agua. En el tercer compartimento del depósito de floculación hay velocidades de flujo reducidas para que no surjan turbulencias. Una turbulencia impediría la formación de flóculos.
El agua bruta llega al depósito de flotación desde el depósito de floculación. Una parte del agua depurada se toma del depósito de flotación y se satura con aire bajo presión. La introducción de esta agua (agua de circulación) se realiza mediante una válvula de reducción de presión para que se despresurice de golpe a la presión atmosférica. Con este proceso se producen burbujas de aire muy pequeñas que se adhieren a los flóculos. De esta manera, los flóculos suben a la superficie del agua. Los flóculos flotantes (flotantes) pueden desplazarse con un rascador a una canaleta colectora.
Los caudales, las presiones y el pH se registran. El pH se puede regular adicionalmente. La presión del agua de circulación se puede ajustar.
Las sales metálicas trivalentes son muy utilizadas como coagulantes. Los polímeros orgánicos son floculantes habituales. Para la producción del agua bruta se pueden utilizar carbón activado pulverizado.